La gestión jurídica no puede limitarse a atender demandas puntuales. En un entorno corporativo cada vez más complejo, se exige que el área legal actúe de forma estratégica, garantizando claridad, organización y agilidad en los procesos del negocio.
La implementación de Acuerdos de Nivel de Servicio (SLAs) ayuda a definir prioridades basadas en métricas e indicadores. Esto significa mayor previsibilidad y alineación con las necesidades del negocio.